Abundancia proviene del latín abundantia y se refiere a una gran cantidad de algo.
La Abundancia es un estado de consciencia, una actitud con la que afrontar cualquier situación en la que nos encontremos en la vida.
Consiste en la profunda comprensión de que nunca nos va a faltar nada, que la vida tiene muchas formas de ofrecernos sus virtudes y que nosotros, como parte del todo, tenemos la capacidad de ofrecer, recibir y ser una pieza más de la generosa maquinaria de la naturaleza.
La Abundancia es amor, dicha, plenitud interna y riqueza.
La Abundancia Espiritual y Material es la energía con la que debemos conectarnos.
Es nuestro derecho de nacimiento ser Abundantes. Así como lo es la Madre Tierra y el Cosmos.
Es un flujo intermitente que debemos permitir que entre a nuestras vidas.
Ser abundante consiste sencillamente en aprender a reconocer todo aquello que damos por sentado, en ver con ojos renovados todas aquellas virtudes que poseemos, y todas las cosas maravillosas que nos rodean, que en algún momento hemos dejado de valorar y de agradecer.
La Abundancia es el equilibrio resultante entre agradecimiento y ambición que nos permite seguir creciendo mientras disfrutamos el camino.
“La abundancia no es algo que adquirimos, es algo con lo que nos conectamos”.
-Wayne W. Dyer.
VIVIR EN ABUNDANCIA ES...
-Un estado en el que nada me hace falta.
-Sentirme libre y seguro.
-No luchar más.
-Poder dar a los demás libremente.
-Saber que todo está bien.
-Sentir alegría, paz y plenitud.
-Sentir gratitud.
-Tener motivos para sonreir.
-Vivir en el presente, no en el pasado ni en el futuro.
-Dejar de sobrevivir y comenzar a vivir.
-Es fluir y dejarme sorprender por la vida, con la certeza de que siempre voy a tener lo que necesito.
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Por Camila Nemirovsky
